¿CÓMO PROMOVER EL CARISMA DEL PRADO?
P. Emilio Lavaniegos
Reconocido asesor de pastoral vocacional. Junto con él otros nos iluminaron en la Sesión de Pastoral Vocacional en Medellín, Colombia. Conviene recordar esa sesión.
El carisma de los Sacerdotes del Prado.
El carisma de los Sacerdotes del Prado existe al interno del carisma sacerdotal. Esto quiere decir que no se trata de una vocación diferente, sino de una especie de segundo llamado, en el contexto de la vocación presbiteral. La promoción del carisma de los Sacerdotes del Prado deberá contar con esta condición suya, de modo que sea coherente con ella. Así se pueden dibujar unas líneas para realizarla:
1. Ante todo ofrecerán una presencia testimonial en el ámbito del presbiterio y de la Iglesia Particular. Ha de llamar la atención el modo radical y profundo con el que realizan su vida y ministerio. Esta es la clave fundamental, tal como es señalada por los documentos de la Iglesia, tanto para la promoción de la vocación de los laicos y los religiosos como para la promoción de las vocaciones sacerdotales. Para ello:
- Cuidar esmeradamente su propia vida en el plano espiritual y humano. Han de ser sacerdotes serenos, alegres, marcados por la unión con Jesucristo y por un modo de vivir sano, armónico, sobresaliente en este sentido. o - Cuidar igualmente el desarrollo de un ministerio presbiteral cualificado, que sea significativo por la calidad de las acciones emprendidas.
2. Los Sacerdotes del Prado tendrán una dedicación a la promoción de todas las vocaciones y un gozo especial en ello, como parte de su misma identidad presbiteral. Todo lo que signifique suscitar, formar o sostener las distintas vocaciones ha de tener un eco intenso en su corazón de pastores. Así:
- Dedicar su tiempo y sus energías a la dirección espiritual de distintas personas, por medio de la cual se promueve y se sostiene su vocación.
- Organizar la Pastoral Vocacional convenientemente, desarrollándola en el ámbito de sus propias responsabilidades pastorales, especialmente a través de los equipos parroquiales de pastoral vocacional.
- Participar con entusiasmo en el Centro Diocesano de Vocaciones, apoyando con claridad el Plan Diocesano de Pastoral Vocacional.
3. Los Sacerdotes del Prado deberán animar lo más posible a otros sacerdotes, no con el fin de que lleguen a ser miembros de su institución, sino por el hecho mismo de ser una institución para el sacerdocio y por el sacerdocio. Deberán concentrar sus fuerzas en la atención y cuidado de la vida y ministerio de otros presbíteros, promoviendo lo más posible la fidelidad a su vocación. Es algo similar a lo que hacen los misioneros,
al mismo tiempo que promueven las vocaciones propiamente misioneras, realizan la animación misionera de las comunidades cristianas. Antes de promover vocaciones para el Pradó hay que tener una decidida actitud positiva, constructiva y generosa ante todo lo relacionado con el sacerdocio mismo. Para ello:
- Ofreciendo un testimonio sacerdotal en el presbiterio. Que sean conocidos como miembros sobresalientes del presbiterio, dignos de confianza, especialmente hábiles para la dirección espiritual de los sacerdotes. Que esta calidad suya brille más y sea más conocida que su pertenencia a la Institución.
- Acoger a los sacerdotes, estableciendo con ellos relaciones fraternas de calidad. Esto se puede hacer tanto en el plano personal como grupal, según esté organizado el presbiterio.
- Facilitar la participación de los sacerdotes en algunos aspectos del carisma, aunque no se dé ni se persiga la pertenencia plena a los Sacerdotes del Prado.
- Apoyar de un modo muy claro al Seminario Diocesano y todo lo que tenga que ver con él. Enseñar a sus comunidades cristianas a mirar con cariño al Seminario y a apoyar la formación de los futuros pastores.
4. Por último, deberán cultivar la actitud de proponer con sencillez, valentía y discreción su propio carisma a los sacerdotes diocesanos, sabiendo que sólo serán miembros de su Institución una minoría, llamados a ser catalizadores de la identidad del presbiterio del que también son miembros.
- Presentando efectivamente el carisma de los Sacerdotes del Prado cuando parezca oportuno, haciéndolo sí, con discreción, pero también con claridad. En el plano personal, dando razón de su entrega ministerial y de su estilo de vida a otros sacerdotes, que naturalmente preguntarán por ello. En el plano institucional por una presentación sencilla y clara de su carisma.
- Invitando a algunos sacerdotes escogidos, con un gran respeto de su libertad, a pertenecer a la Asociación de los Sacerdotes del Prado.