ESTUDIO DE EVANGELIO Y MINISTERIO
– La experiencia y testimonio de Héctor Villa en la sesión de simpatizantes del Prado –
Soy Héctor Xavier Villa, con 64 años de edad de los cuales 37 como sacerdote. Soy de la frontera en Ciudad Juarez. Conoci el Prado siendo seminarista de 3º. Teologia y tuve la gracia de participar en el primer encuentro latinoamericano del Prado en Medellin Colombia. Aunque yo buscaba y me entusiasmaba mucho la espiritualidad de Carlos de Foucauld, fue el P. Antonio Chevrier y su carisma que me cautivo, ante todo por ser un carisma del ministerio diocesano. Pero tal vez la coincidencia con lo que buscaba de C. de Foucauld es su espiritualidad centrada en el misterio de la encarnación (el pesebre, la cruz y la eucaristia), “Conocer a Jesucristo lo es todo. El resto es nada”, y todo lo que se deriva de aqui en el estudio de su palabra, su seguimiento, la vida de fraternidad y el servicio a los mas pobres.
Les comparto algo que yo escribia en mi carta de petición al ministerio: “… Jesucristo, el Hijo de Dios vivo, lo es todo para mi, y no aspiro mas que a vivir como Él ya nos lo ha revelado en su paso por nuestra historia: pobre, en medio de los pobres; en total apertura y obediencia a la voluntad de Dios Padre; consagrado a la predicación de la Buena Nueva, su Evangelio, luchando por construir desde aquí la gran familia de los hijos de Dios…. Considero que para realizar esta misión, necesito estar en relación estrecha con Nuestro Señor Jesucristo. Quiero unirme a él, conocerlo mas intimamente a través del estudio asiduo de su Palabra: el Evangelio, y junto con toda la Iglesia participar en oración permanente a traves de la liturgia de las Horas…
Es una gracia del Señor el poder percibir su llamado y sentir el impulso para responderle. Si he experimentado con claridad la misión a la que me invita, mayor ha sido la conciencia de mis limitaciones y fragilidades… quiero vivir el ministerio sabiendo que “llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros” (2Cor. 4,7).
Fui ordenado el 22 de Diciembre 1984. Durante ese año, siendo diacono, tuve la gracia de vivir un año de formación en el carisma del Prado. Cuatro fuimos acompañados por un gran hermano, Manolo Medina que nos introdujo en la riqueza de la vida del Prado. Todos teniamos tareas pastorales, y nos reuniamos en la casa de la capilla donde yo servia (Sto. Toribio), alli compartiamos tres dias a la semana: el lunes recogiendo la vida, aprendiendo, el miercoles conociendo el carisma y la vida del P. Chevrier y el viernes, ejercitandonos en la revisión de vida. Todos estos dias iniciando con un tiempo amplio para estudiar el Evangelio.
Esto marco definitivamente mi vida y servicio pastoral. A un año de ser ordenado, en diciembre 1985 hicimos nuestro compromiso permanente con el Prado Rene Blanco, Efren Hernandez y yo. El otro hermano como era de Colombia se habia marchado a continuar con su servicio alla.
¿Qué ha significado para ti tener el Estudio de Evangelio como Pilar de la vida
Sacerdotal?
Comentario y compartir más de tipo experiencial:
- Mi encuentro con la Escritura: Entre al seminario a lo 12 años, Sali a una experiencia a los 18. A los 19 decidi no volver al seminario. Pero mi encuentro con la escritura a traves de San Pablo y el P. Carlos de Foucauld me hicieron reconsiderar mi decision. Volvi al seminario a los 20.
- “Considero que para realizar esta misión, necesito estar en relación estrecha con Nuestro Señor Jesucristo”. Señor a quien iremos?
- Quiero unirme a él, conocerlo mas intimamente a través del estudio asiduo de su Palabra: el Evangelio
- Trabajo Personal: San Juan, Carta a los Hebreos,siendo maestro de Biblia.
- Trabajo en equipo.
- Experiencia en estudios Teologia Biblica
- Compartir en el Presbiterio
- Tener a Jesus como Fundamento y referente decisivo.
- Aprender a mirar la vida desde Jesus y su evangelio
- Plantear preguntas, mis crisis, al evangelio
- Aprender a hacer del evangelio una compañía.
- Asumir y buscar vivir aquello que dice el Concilio: Desconocer la Escritura es desconocer a Jesucristo. Comemos y bebemos a jesucristo cuando lo recibimos en la eucaristia, pero tambien cuando leemos sus palabras.
Interesante y valioso que con el EEv. Se van confirmando o profundizando intuiciones
primeras del camino vocacional:
El misterio de la Encarnación.
La dimensión del don (conocer, serguir, amar)
Fraternidad y amistad
Configuración, ser sacerdote en Jesucristo
“Oh Jesus! Se mis pies, se mis manos, se mis ojos, se mi lengua, se odos mis sentidos. Se yo en todas las cosas. Actua en mi a fin de que ya no sea yoquien vive, sino tú, mi Jesus, quien vives en mi”.