– Prado Mexicano-
LA PASTORAL DEL PADRE CHEVRIER
Hacia una mayor clarificación de la orientación apostólica y pastoral de los sacerdotes del Prado
Compilación de artículos del P. Yves Musset
Adjuntados aquí por Manuel Zubillaga
PRESENTACIÓN
La Asamblea del Prado Mexicano de noviembre de 2019 -reavivar el don de la vocación del Prado- ha sido marcada a su vez por la Asamblea General realizada en Francia, en la casa de Limonest en el mes de julio del mismo año, con el tema de “reaviva el don de Dios” que nos ha llevado a interrogarnos con seriedad acerca de nuestra identidad como sacerdotes del Prado. Así mismo, todo ello ha sido una invitación a la acción e gracias porque en realidad todo es gracia sobre gracia.
En la necesidad de revitalizar el carisma del padre Antonio Chevrier ha parecido importante plantear la orientación apostólica de los sacerdotes del Prado. Sabemos bien que el Prado no otorga la misión canónica del ministerio pero sí nos da una orientación. ¿Cuál es esa orientación? ¿Cómo se podría actualizar en las circunstancias particulares de nuestra época y de las condiciones y entorno de la pastoral en México? ¿Cómo impregnar nuestro ministerio de esta orientación?
Para ayudar en este ejercicio de fidelidad y de creatividad, ha parecido valioso contar con una compilación de tres artículos aparecidos en la revista del Prado de Francia de la pluma del muy apreciado y recordado padre Yves Musset, que incansablemente trabajó en los archivos del p. Chevrier y a quien tanto debemos para poder profundizar en la persona, vida y obra del fundador del Prado. Estos artículos han sido traducidos como un servicio y sin fines de comercialización por el Prado en la ciudad de México.
Ciertamente para el propósito de una mayor clarificación de la orientación apostólica y pastoral de los sacerdotes del Prado harán falta otros muchos aspectos y consideraciones. Sin embargo, esta aproximación al alma apostólica del p. Chevrier, sin duda alguna es muy importante y necesaria en vistas a asumir la riqueza plena del carisma que Dios ha dado a la Iglesia en la persona del p. Chevrier. Que el Espíritu de Jesús nos conceda dar un nuevo impulso a la misión evangelizadora de los pobres.