fbpx

Equipo de CDMX / Tlalnepantla

EQUIPO DE CDMX / TLALNEPANTLA

P. José Luis Hernández

P. José Carmen González

P. Carlos Piña

P. Manuel Zubillaga

“Necesitamos reconocer la ciudad desde una mirada contemplativa, esto es, una mirada de fe que descubra al Dios que habita en sus hogares, en sus calles, en sus plazas. La presencia de Dios acompaña las búsquedas sinceras que personas y grupos realizan para encontrar apoyo y sentido a sus vidas”.  (La Alegría del Evangelio 71).

Propuestas del Equipo de
Tlalnepantla - Ciudad de México
Del 28 de abril al 24 de mayo 2014

“¿QUIÉN ES Y CÓMO SE REVELA JESÚS EN EL MINISTERIO DE FRANCISCO, EL PAPA, QUIEN NO DEJA DE HABLARNOS DE LOS POBRES Y ACERCARSE A ELLOS?

PROPUESTA DEL EQUIPO DE TLALNEPANTLA – CIUDAD DE MÉXICO
Semana del 19 al 26 de mayo de 2014

¿QUIÉN ES Y CÓMO SE REVELA JESÚS EN EL MINISTERIO DE FRANCISCO, EL PAPA, QUIEN NO DEJA DE HABLARNOS DE LOS POBRES Y ACERCARSE A ELLOS?


Desde la Casa del Prado Mexicano
en Ciudad de México

 

1.  A partir del Ministerio del Papa Francisco

Debo de confesar que las palabras del libro del Apocalipsis a la Iglesia de Éfeso resuenan en mi interior cuando me cuestiono sobre mi vida al servicio de los pobres:

«El que tiene en su mano derecha las siete estrellas y camina en medio de los siete candelabros de oro, afirma:«Conozco tus obras, tus trabajos y tu constancia. Sé que no puedes tolerar a los perversos: has puesto a prueba a quienes usurpan el título de apóstoles, y comprobaste que son mentirosos. Sé que tienes constancia y que has sufrido mucho por mi Nombre sin desfallecer. Pero debo reprocharte que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo” (Ap 1,1-4).

Desde mi ingreso al Seminario, allá por el año 1965, la pasión de dar a conocer a Jesucristo a los pobres alimentó mi vocación sacerdotal. Después, hubo años de tentaciones ideológicas cuando cursé la teología, pero al final, debo reconocer que el Espíritu me alentó desde mi ordenación a acercarme a los pobres desde las capellanías y desde mi servicio al Seminario, entre 1972 y 1978.

Como párroco el Espíritu me impulsó a ir a los jóvenes en situaciones de calle, de drogadicción y desde 1982 hasta 1994 estuve cerca de muchas situaciones de sufrimiento social.

Desde 1994 hasta 2012 serví a la Caritas de mi arquidiócesis en medio de alientos y desalientos, de combates para sostenerme contra las asechanzas del orgullo y la vanidad, pero al mismo tiempo agradeciendo incesantemente al Padre de los Pobres, el Espíritu de Jesús, todo lo que él alienta a pesar de nuestras limitaciones personales, eclesiales, estructurales.

Desde la llegada al papado de Francisco he experimentado un aire muy fresco que me ha cuestionado y al mismo tiempo llenado de esperanza. Creo que estoy llamado a más, a renovar mi ministerio sacerdotal en la esperanza de servir a los pobres más de cerca de Jesús, de su estilo, de su fidelidad al proyecto del Padre.

De las tantas noticias de las palabras y gestos de Francisco, me detengo y medito seriamente algunas frases de su visita a Lampedusa (isla cercana a Sicilia, política y administrativamente pertenece a Italia, pero geográficamente pertenece a África puesto que el lecho marino entre ambos no excede los 120 metros de profundidad; la isla es uno de los principales puntos de entrada para los inmigrantes indocumentados que buscan ingresar al espacio Schengen de la Unión Europea desde África, el Medio Oriente y Asia).

 

Frases del Papa Francisco en Lampedusa

“Estamos desorientados… Hemos dejado de prestar atención al mundo en el que vivimos… No somos capaces de cuidar unos de otros

“La cultura del bienestar, que nos lleva a pensar en nosotros mismos, nos hace insensibles al grito de los otros”.

Vivimos en pompas de jabón, que lleva a la indiferencia  respecto a los otros” “Hemos caído en la globalización de la Indiferencia

“Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia de llorar, de “ sufrir con”

“Herodes sembró muerte para defender su propio bienestar, su propia pompa de jabón. Y esto se sigue repitiendo

“Nos lavamos las manos” “pero tenemos que pedir perdón

“Te pedimos, Padre, perdón por quien se ha acomodado y se ha cerrado en su propio bienestar…Que anestesia el corazón

  • ¿Cuál es hoy mi desorientación principal que me hace indiferente al sufrimiento de los pobres?
  • ¿Cómo me dejo instalar en la cultura del bienestar?
  • ¿Identifico las  “pompas de jabón” en donde me he encerrado?
  • ¿De qué en concreto debo de pedir perdón respecto de mi fidelidad a los pobres?

 

2.  Leo  sólo tres breves textos citados por el Papa en Evangelii Gaudium y complemento mi Estudio de Evangelio con una cita más del Apocalipsis:

“Solamente nos recomendaron que nos acordáramos de los pobres”.

 (Gál 2, 10)

“Redime tus pecados con la justicia y tus faltas con la misericordia hacia los pobres; tal vez así tu prosperidad será duradera».

(Dan 4,24)

“Sobre todo, ámense profundamente los unos a los otros, porque el amor cubre todos los pecados”.

(1 Pe 4,8)

“Al ver esto, caí a sus pies, como muerto, pero él, tocándome con su mano derecha, me dijo: «No temas: yo soy el Primero y el Ultimo, el Viviente”.

(Ap 1, 17)

 

  • ¿Para qué complicar lo que es tan simple?  ¿Por qué lo complico?
  • ¿Cómo se me revela Jesús en el ministerio de Francisco cercano en palabras y gestos a los pobres?
  • ¿Qué le pediría Francisco al Prado Mexicano? ¿Habremos dejado enfriar el amor primero?
  • ¿Los pobres –con Cristo- son el primero y el último –los vivientes- de nuestra vocación?

 

3.  En la Escuela del Padre Chevrier

De las Constituciones de la Asociación de los Sacerdotes del Prado:

“El Espíritu del Padre que guió la vida y la misión de Jesús nos modela según su condición de esclavo y nos impulsa a seguir a Cristo, el cual, por su Encarnación se unió a determinadas condiciones sociales y culturales de los hombres con quienes convivió. Estamos seguros de que, mediante esta comunión en la manera de actuar del Verbo, que se hizo pobre para que nosotros, con su pobreza, nos hagamos ricos, nos hacemos más capaces de anunciar el Evangelio a todos los hombres, ricos y pobres, sabios e ignorantes, buenos o malos.

Esta gracia que recibimos llenos de alegría, nos compromete en primer lugar a ir con Cristo al pesebre para allí hacernos pobres. Es el primer ejemplo que Jesucristo nos da al entrar al mundo.

Con el Niño de Belén que ha revelado a todo hombre su inalienable dignidad, somos enviados, como Iglesia, preferentemente a los abandonados de la sociedad para abrazar amorosamente sus condiciones de vida: así podrán reconocer, a través de nuestro ministerio apostólico, la presencia de Cristo vivo y su grandeza de hijos de Dios. “Iré en medio de ellos y viviré su propia vida; esos niños verán más de cerca lo que es el sacerdote, y les daré la fe”. (No. 10).

 

4.    Oración

 ¡Oh pobreza! Antoine Chevrier

Oh pobreza, ¡que bella eres!

Jesucristo, mi Maestro, te ha encontrado tan bella 
que,

al bajar del cielo, te ha tomado por esposa,


ha hecho de ti la compañera de su vida

y ha querido morir contigo en la cruz.



Dame, oh Maestro, esta bella pobreza.


Que yo la busque con solicitud,

que yo la tome con alegría,
que yo la abrace con amor,

para hacerla compañera de toda mi vida,


y morir con ella sobre un trozo de madera,

¡como Tú, mi Maestro!

QUÉDATE CON NOSOTROS SEÑOR

……………

¿CÓMO SE REVELA JESÚS RESUCITADO EN LA FE DE LOS JÓVENES DE HOY?

PROPUESTA DEL EQUIPO DE TLALNEPANTLA – CIUDAD DE MÉXICO
Semana del 5 al 11 de mayo de 2014

¿CÓMO SE REVELA JESÚS RESUCITADO
EN LA FE DE LOS JÓVENES DE HOY?


P. Manuel Zubillaga

 

1.    A partir de la Vida Apostólica, preguntar al Evangelio

 “La Peregrinación de la Confianza” en la Ciudad de México. Una expresión de la fe de los jóvenes.

Desde el 1º hasta el 4 de mayo de la semana pasada, se realizó en la Plaza Mariana, anexos de la Basílica de Guadalupe, la llamada Peregrinación de la Confianza animada por la Comunidad de Taizé que ha tenido esta misma iniciativa en varias ciudades del mundo desde hace varios años; las más recientes tuvieron lugar en Europa: Berlín (2011), Roma (2012), Estrasburgo (2013). En Asia: Calcuta (2006), Manila (2010), Vasai (2013). En África: Nairobi (2008), Kigali (2012). En América Latina se han celebrado encuentros en varias ciudades de Brasil, en Cochabamba (2007) y en Santiago de Chile (2010).

En 1970, cuando era estudiante en Roma, conocí Taizé (http://www.taize.fr/es ) y fue definitivamente una experiencia fuerte, de las que me han marcado más en la vida. Jóvenes de muchas partes del mundo, de diferentes confesiones cristianas y hasta agnósticos, compartiendo juntos en fraternidad un espacio de oración muy singular, un espacio de búsqueda y de cuestionamientos. En dos ocasiones más, estando en Limonest, en reuniones del Prado, he estado en Taizé para orar con los jóvenes –es esas dos últimas veces siendo yo no precisamente joven, como en la primera experiencia-.

Desde hace un año, en el 2013, se anunció que se realizaría en la Ciudad de México una “Peregrinación de la Confianza”. Se le llama así porque los jóvenes vienen desde diversos puntos de la ciudad sede, ordinariamente desde sus parroquias, otros se desplazan desde otras ciudades del interior del país y otros más viajan desde sus países de origen. En un mundo de desconfianzas y en una cultura de incertidumbres, la fuente de la confianza es Jesús. De ahí el nombre.

En esta ocasión pude servir, apoyar en lo que pude –preparativos del encuentro- a los hermanos de Taizé que estuvieron en la Ciudad de México desde fines de enero de este año.

Durante el encuentro estuve como confesor de jóvenes dos días y pude estar presente en las asambleas de oración al caer la tarde. Se convocaron unos 2000 jóvenes, como la mitad de Ciudad de México, unos quinientos del interior de la República y unos quinientos más de países de América Latina y de Estados Unidos.

Jóvenes poniendo su frente sobre la cruz tendida; jóvenes orando con el corazón; jóvenes compartiendo los alimentos y conviviendo con familias sencillas y pobres; jóvenes con el corazón en la mano en el momento de confesarse… la experiencia fue, una vez más, fuerte para mi fe, cuestionadora para mi vida de sacerdote y para la pastoral misionera.

Le quiero preguntar al Evangelio –dos días después de estar en medio de los jóvenes- ¿quién es Jesús para ellos, que es capaz de seducirlos a pesar de tantos pesares? ¿cómo se me muestra Jesús Resucitado en el rostro y en la fe de estos jóvenes? ¿a qué nueva conversión me llama?

 

2.    Leo el Evangelio del Domingo 3º de Pascua…

Lucas 24, 13-34

“Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén.

En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido.  Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos.

Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.

El les dijo: «¿Qué comentaban por el camino?». Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!».

«¿Qué cosa?», les preguntó. Ellos respondieron: «Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fuea un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron.

Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas.

Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les había aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo.

Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron».

Jesús les dijo: «¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No será necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?» Y comenzando por Moisés y continuando en todas las Escrituras lo que se refería a él.

Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba». El entró y se quedó con ellos.

Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.

Y se decían: «¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?».

En ese mismo momento, se levantaron y pusieron  en camino a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos,  y estos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!».

Conocer a Jesús ( a partir de palabras subrayadas en el texto evangélico)

En el camino: Jesús hoy encuentra a los jóvenes en su camino, no en los caminos eclesiásticos trillados…

Jesús se acercó: Jesús… ayúdame y danos la audacia e imaginación para acercarnos a los jóvenes en donde se encuentran.

algo impedía: Jesús veo muchos impedimentos en mí y en la Iglesia para que los jóvenes te reconozcan; sólo confío en tu gracia.

todas las Escrituras:  Jesús te veo en las Escrituras, pero sobre todo te reconozco en que tú puedes abrir los corazones para que tu Evangelio los toque; te doy gracias porque el viernes y el sábado pasados pude leer las Escrituras junto contigo y los jóvenes.

los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron: Jesús veo los ojos de los jóvenes que te miran… ¡qué enorme esperanza!

desaparecido: Jesús sé bien que tú no te impones a los jóvenes; que no les moralizas… gracias por enseñarme la pedagogía de “tocar el corazón” y retirarte con discreción.

¿No ardía acaso nuestro corazón?: Jesús, gracias, mi corazón arde…

se levantaron y pusieron  en camino a Jerusalén: Hoy Señor me quiero “levantar” de mis derrotismos y salir a alcanzar a los jóvenes: los seminaristas; los jóvenes del coro que animo; los jóvenes que veo en las calles cercanas a la Capilla; los jóvenes sacerdotes…

 

Amar a Jesús… (me postro hoy con los jóvenes y poso mi frente en la cruz

 

Seguir a Jesús…

En las iniciativas de salir, de tomar iniciativas misioneras en la ciudad para evangelizar a los jóvenes.

 

3.    En la Escuela del Padre Chevrier

Carta 52 (49)

“Deseo, y se lo pido a Dios todos los días, que llene a los sacerdotes del espíritu de Jesucristo y que nos parezcamos cada vez más a Jesús, nuestro Divino Modelo, el gran modelo de los sacerdotes. Oh, si nos pareciéramos a Jesucristo nuestro Salvador, ¡cuánto bien, cuántas buenas obras se harían en la Iglesia de Dios!

Convirtámonos, mi buen hermano, ayúdeme a convertirme y pidamos juntos llegar a ser dignos representantes de Jesucristo en la tierra y dispensadores de sus gracias.

El sacerdote es otro Jesucristo, esto es verdaderamente hermoso. Pida usted para que lo llegue a ser de verdad. Me siento tan alejado de este hermoso modelo que, a veces, me desanimo, tan lejos de su pobreza, tan lejos de su muerte, tan lejos de su caridad. Pida y pidamos juntos para que nos vayamos configurando con nuestro bello Modelo.

En cuanto a la obra de que me habla, haga usted lo que Nuestro Señor le inspire, pero déjese guiar por las circunstancias, más que por usted mismo. Dejemos actuar a Dios, he descubierto que, cuando actuamos por nosotros mismos, al final hay que deshacerlo todo, y que cuando las cosas las hace Dios, todo sale bien. Así́, pues, si puedo darle un consejo, emprenda su obra con la mayor humildad; el pesebre, ése es el comienzo de toda obra de Dios, las cosas exteriores significan poco, haga usted todo lo que se refiera a la salvación de los demás, a la gloria de Dios sobre todo; no les dé usted otro reglamento que el de amar al prójimo y sufrir, la primera regla es la caridad. Comience con poca gente, una sola persona que posea el espíritu de Dios vale más que cien que no hacen más que poner trabas”.

4.    Oración

“Dios de paz,

aunque seamos frágiles,

querríamos seguirte

por el camino que nos conduce

a amar como Tú amas”.

Hermano Roger de Taizé

¿CÓMO VIVIMOS LA PRÁCTICA DEL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN?

PROPUESTA DEL EQUIPO DE TLALNEPANTLA – CIUDAD DE MÉXICO
Semana del 28 de abril al 3 de mayo de 2014

¿CÓMO VIVIMOS LA PRÁCTICA DEL
SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN?

Mirar a Jesús y Dejarse configurar por Él.


P. Carlos Piña

 

1. Desde Mi Cuaderno de Vida…

Hace muchos años recuerdo una experiencia poco agradable en el sacramento de la reconciliación, antes de ser sacerdote.

Recuerdo que iba de camino al trabajo y pasaba diario por un parroquia en la cual, después de varios intentos para confesarme, tuve la oportunidad de encontrar al sacerdote.
Sabía que mi conducta en ese momento no era la mejor, que mi relación con Dios se había fracturado por mi pecado, me sentía arrepentido, sin embargo, me impactó la actitud del confesor, era lejana su actitud a la de Cristo con los pecadores…

Era claro que no me iban a dar una medalla o hacerme un reconocimiento, sin embargo, esperaba algún consejo, guía, recomendación y no un juicio y reclamo de lo que había vivido (al acercarme al confesar, lo hacía porque estaba arrepentido).

Total, cuando salí de ahí, me sentí confrontado por la actitud del sacerdote, lo sentí muy lejano de la actitud de Cristo y sólo pensé, faltan confesores (sacerdotes) con los sentimientos del Señor.

Es por eso que ahora, después de ocho años de ministerio quiero seguir dejándome configurar por Jesús y su actitud ante los pecadores. Le doy gracias al Padre por este incidente que todavía recuerdo porque hoy me convierte a su misericordia  y le pido que siempre viva con alegría y prontitud el ministerio d la reconciliación que me ha confiado.

 

2. Para Disponernos a hacer este Estudio de Evangelio en el Espíritu de Jesús: 

Ven Espíritu Santo,
ven a iluminar mis pensamientos, ven y conduce mi vida.

Se tu mismo Espíritu de vida quien inspire mis acciones, se tu mismo el autor de todo apostolado.

Concédeme ser verdadero discípulo y misionero de Cristo para mayor gloria del Padre y salvación de las almas. Amén.

 

3. Conocer a Jesús…

Jn 8, 1-11

“Jesús fue al monte de los Olivos.

Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a el. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles.

Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos, dijeron a Jesús: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.

Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?». Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo.

Como insistían, se enderezó y les dijo: «El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra». E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo.

Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí, e incorporándose, le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado?».

Ella le respondió: «Nadie, Señor». «Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante».

 

Mirando a Jesús y a su entorno:

La mujer adultera ha sido descubierta y por tal motivo se le debe juzgar conforme a la ley mosaica. Los escribas y fariseos al pasar por el templo, no pierden la oportunidad de confrontar a Jesús.

El tema es delicado, en otras ocasiones el Maestro de Nazareth, ha perdonado los pecados y en esta ocasión “piensan” que no podrá dar el indulto a tal falta. Y si así fuera, sería motivo suficiente para su condenación (cfr. v. 5; Lv. 20, 10; Dt 22, 22).

Jesús escucha, observa, guarda silencio; sabe lo que hay en el corazón de quienes le confrontan y escribe en el suelo.

¿Qué cosa escribe? San Jerónimo piensa que escribió los pecados de los acusadores, por lo que había escrito el profeta Jeremías: “los que se alejan de ti son escritos en el polvo” (Jer. 17,13).

También puede ser un gesto de no querer tratar el tema. Otra posibilidad es, que nos enfrentamos a un silencio pedagógico, mismo que confronta a los acusadores para que reflexionen sobre su acusación y puedan ellos mismos.

Pero frente a la insistencia, Jesús habla y rompe ese silencio expectante confrontando la vida de cada uno (v. 7b “Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra”). Después de ello sigue escribiendo en el piso. Por tal motivo, se puede suponer que el silencio que guarda, es para que mediten sobre las palabras pronunciadas y escuchadas (cfr. V. 9).

Posteriormente analizamos la acción de Jesús al no juzgar a la mujer. Ya que sabe que esta arrepentida de sus faltas, por ello Jesús le
dice: …«Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?» Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.» (v. 10-11)


4. Para hacer pasar a Jesús a mi vida y Ministerio

1. Varias veces he leído este texto. ¿Qué novedad me aporta hoy? ¿Cómo se cumple en mi ministerio sacerdotal esta palabra?

2. ¿Cuál es mi actitud frecuente o habitual ante las personas que solicitan el sacramento de la reconciliación? ¿A qué más me invita este texto?

3. ¿Practico yo mismo la reconciliación? ¿Cuál es mi actitud como penitente?

 

6. En la Escuela del Padre Chevrier
VD 460.  (Sólo leer y meditar)

Lucha Jesús contra el mal espíritu del fariseo, que desprecia a la mujer pecadora, venida a llorar a sus pies y pedir perdón
Se escandalizan del perdón que le otorga (Lc 7,36-50).
Espíritu estrecho y orgulloso de los fariseos, que desprecian a los demás.
Lucha contra los fariseos, que le reprochan por comer con los pecadores (Mc 2,15-17 y paralelos).

7. Oración para agradecer a Dios.

Señor te doy gracias por el don del Sacerdocio, por la dicha de hacernos partícipes de tu gracia y misericordia, porque nos dejas estar cerca de ti. Gracias por el amor que nos tienes, ya que, personas aquellos que se acercan a ti con un corazón contrito y humillado. Hoy me recuerdas que tu amor es más grande que el pecado. Gracias porque te manifiestas en el sacramento de la reconciliación. Bendice a los pastores de tu Iglesia para que sigan siendo dóciles a la inspiración del Espíritu Santo.

Que amemos Señor como tu amabas. Amén.

 

24 de abril, jueves de la Octava de Pascua, Parroquia de San Benito Abad, Vista Hermosa, Tlalnepantla, Estado de México.

 

Menu