SUBSIDIO DE PREPARACIÓN A LA HOMILÍA DEL DOMINGO DE PENTECOSTÉS
– El Espíritu de la Verdad los introducirá en toda la verdad –
(Jn 16,13)
Domingo 23 de mayo de 2021
Lecturas bíblicas: Hch 2, 1-11; Salmo 103; Ga 5, 16-25; Jn 15, 26-27 ; 16, 12-15
Evangelio de Jesucristo según san Juan
Capítulo 15 , versículos 26 al 27, Capítulo 16, versículos 12 al 15
Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí. Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio. Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: «Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes».
• Otro Defensor
Durante su discurso de despedida, Jesús prometió enviar otro Defensor: el Espíritu Santo. En esta escena, Jesús viene a confirmarlo. Confirma la llegada de este Defensor que vendrá de parte del Padre, a su lado. En efecto, necesitarán ayuda para continuar viviendo de otra manera. ¿Estoy consciente de que el Espíritu Santo se encuentra a mi lado? Reviso el periodo actual tratando de identificar su presencia poderosa y benévola. Si logro identificarlo, le doy gracias por ello. Si me resulta difícil, le pido que me ayude a sentir su acción.
• El Espíritu de verdad
El Espíritu no es solamente el Defensor, también es el Espíritu de verdad, el Espíritu de Jesús que es en sí mismo la Verdad. Este don del Espíritu es obra del Padre en comunión con el Hijo. Se da a los discípulos a fin de que permanezcan fieles a la palabra de su Maestro para cumplir su futura misión de testigos. Este Espíritu se nos da también a nosotros para que pongamos la verdad al centro de nuestra vida en todas sus dimensiones: personal, familiar, vida de creyente, de testigo, de trabajador… Haz siempre de nosotros, Señor, seres en busca de verdad.
• Siempre la verdad
Hemos comprendido que el Espíritu Santo nos conduce a vivir en la verdad. Pero, ¿de qué hablamos exactamente? Al final, “¿qué es la verdad?”, pregunta que Pilatos se planteará al momento de la Pasión. Y luego, ¿acaso no dijo el mismo Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”? ¿Qué significa esto? Este Espíritu de verdad viene a nosotros para que ninguna palabra proveniente de la boca de Jesús se pierda o falte en nuestro testimonio. Entonces, dejémonos conducir por el Espíritu que nos acerca al Señor y nos permite anunciarlo mejor.
• Doble testimonio
“El Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí. Y ustedes también dan testimonio”. Se trata entonces de un doble testimonio que se dará después del regreso del Hijo hacia el Padre. Primero, el del Espíritu que trabaja desde el inicio del mundo. Luego, el de los apóstoles presentes desde el inicio de la vida pública de Jesús. Gracias a ellos, gracias a su testimonio es que somos creyentes ahora. Puedo dar gracias por esta cadena ininterrumpida de testigos. ¿Cómo soy, con la ayuda del Espíritu Santo, un eslabón en esta cadena? ¡Haz de mí un alegre testigo de tu Palabra!
• Cosas por decir
A pesar de las numerosas enseñanzas, palabras y gestos que dio Jesús a los discípulos, no les dijo todo. En efecto, ellos no habrían podido comprenderlo todo en este tiempo de despedidas. Entonces, les promete a su Espíritu de verdad para perfeccionar su “formación”, comprender progresivamente lo que sucederá y también tener la fuerza de dar testimonio en la adversidad. También a nosotros nos abre el Señor poco a poco la inteligencia. Oh Espíritu Santo, hazme más abierto a la comprensión de tus designios para mí y para el mundo.
• Contemplemos la Trinidad
Contemplemos esta intimidad entre el Espíritu y Jesús, entre el Padre y Jesús y entre el Espíritu y el Padre. Lejos de hablarnos como un adivino que predice el futuro, el Espíritu nos habla como testigo fiel de lo que oye en la Trinidad. Entonces, se nos invita a escuchar con atención lo que dice el Espíritu, a dejarnos inspirar por él. El proyecto: ver a Dios en acción en nuestras vidas y en el mundo y realizar a la vez nosotros la obra de Dios. Pero ¿en verdad escuchamos al Espíritu Santo? ¿Cómo soy atento a sus inspiraciones y a sus consejos?
• Pentecostés: recibimiento del don del Espíritu
El día de hoy, en Iglesia, celebramos el don de la venida del Espíritu Santo a los hombres. Este Espíritu es el que nos constituye como comunidad desde el tiempo de los apóstoles hasta nuestros días. Es una gran fiesta para la unidad de los creyentes de todas las generaciones. Esta venida del Espíritu es el cumplimiento de la promesa de Jesús: nunca estaremos solos. Al final de la celebración, cuando escuchemos “Vayan en la paz de Cristo”, recordemos que, habitados y guiados por el Espíritu Santo, el Espíritu de verdad, somos enviados a dar testimonio a todos los hombres y mujeres de nuestros tiempos. Ya no tengamos miedo pues tenemos un Defensor. Seamos fuertes y estemos unidos para cumplir juntos la obra benévola de un Padre que nos ama.
Orar al centro del mundo con el Papa Francisco
Para que los responsables financieros trabajen con los gobiernos para regular el ámbito de las finanzas y proteger a los ciudadanos contra sus peligros
Qué regalo nos hace Jesús: no seremos huérfanos pues nos envía al Espíritu, aun cuando “ustedes no las pueden comprender ahora”, ni entenderlo ni recibirlo en su totalidad.
Sí, por supuesto que creemos en la Santísima Trinidad. Sí, por supuesto que regularmente invocamos al Espíritu Santo en nuestra oración, lo recibimos en cada eucaristía. Sí, por supuesto…
Pero, en resumen, ¿cómo recibimos esta palabra? ¿Con confianza total? ¿Tenemos dudas? ¿Momentos de falta de esperanza? El Espíritu Santo que Dios nos da nos vuelve siempre hacia la esperanza y la vida: es lo que Dios quiere para nosotros. Seguramente tendremos algunos pasos que dar para volvernos a centrar en aquello que es esencial en nuestras vidas.
Estemos seguros de que el Espíritu no dejará de indicarnos el camino, la verdad y aquello que es fuente de vida en nuestra vida cotidiana.