En la narración acerca del Misterio, el evangelista habla de un “nosotros”; es el testimonio lo que ahí se quiere subrayar, no un Misterio “en sí”, sin conexión con los hombres
No es un individuo, sin más, el que habla del Misterio, sino un discípulo en medio y al lado de otros discípulos: es una comunidad que ha sido bendecida por la revelación de Misterio. El Prólogo habla de un “Alguien”, para luego señalar que éste se ha hecho cercano a quienes se han abierto a su presencia creyendo en Él