– PÁGINA DE CUADERNO DE VIDA –
CHIQUILLA, TE LO DIGO. LEVÁNTATE
(Mc. 5,41).
P. José Luis de la Fuente,
Torreón.
Mi encuentro cotidiano con Jesús en la vida ministerial
Visité a Anel, una niña de 11 años, en la Colonia Jardines del Sol en Torreón. e Padece cáncer en el cerebro y éste provocó que perdiera la vista. Vive con su mamá, hermano menor y su abuela. Ese día, cuando llegué, no la encontré ya que andaba en un festival del día del niño; cuando llegó platicamos, le administré el sacramento de unción y oramos juntos. Me marcó mucho su actitud; siendo tan niña quizá no alcanza a comprender del todo la magnitud de lo que sucede y cómo esas células cancerígenas van ganando terreno, pero su actitud es bella y muy edificante.
¿Dónde descubro al Dios encarnado en esto?
Descubro a Dios en la alegría de Anel; ella tiene un gusto especial por los dulces, aunque no los pueda comer… sus ojos no tienen luz, pero, cuando habla, mira con el corazón. Me dijo que ya se siente cansada, pero su lucha por vivir continúa. Me lo hizo sentir.
¿Cómo el paso del Señor le da hondura a mi vocación presbiteral?
Cuando oramos juntos le tomé su mano delgada y fría, ahí experimenté que se me “reseteó” la vida. Al final, le dije que rezará por mí un Ave María, para que la Virgen me ayudara a atender mejor a las personas, luego me acerqué y le pedí que me bendijera y me signó con su mano. Anel me ayudó mucho a quitar la presión a lo que en ese momento yo traía y ver las cosas de una mejor manera.
Intercedo por las personas involucradas
Jesús, hay cosas que no comprendo del todo, duele la vida, duelen las formas, pero, por mi fe, sé que acompañas la vida de esta muchachita. Dale a ella y a su familia fortaleza y fuerza en el combate.